martes, 20 de agosto de 2013



Claude Clarence Hopkins


El pionero de las promociones nació en el seno de una familia conservadora en Spring Lake (Michigan, Estados Unidos) en 1866. Y que se convertiría en el redactor publicitario más importante de la historia de la publicidad. 
Para Hopkins, conocer a la gente mediante una relación directa de persona a persona era de suma importancia. Conocía a la gente, a los trabajadores, estudiaba a las amas de casa y sabía de las ambiciones de los jóvenes sin recursos. Y alejado de todo artificio literario, como predominaba en los anuncios de su época destinados a una clase adinerada, Hopkins sabía llegar a su público mediante palabras simples y frases cortas que captaban su atención. Su origen humilde y la educación presbiteriana recibida por su exigente madre le convirtió en un trabajador incansable desde una temprana edad. Trabajaba limpiando en casas-escuelas antes y después de ir a las clases y los domingos era el conserje de la iglesia. En vacaciones acudía a una granja donde trabajaba jornadas de 16 horas diarias. Cuando el médico le recomendaba no asistir a la escuela por alguna enfermedad, cuidaba ganado de sol a sol. La pobreza no le dio la oportunidad de acudir a la universidad, formándose en la "escuela de la experiencia", y consideraba que la enseñanza superior era una desventaja para alguien cuyo trabajo consiste en interesar a la gente común.
A los 17 años ejerció brevemente como predicador y convencido por Will Carleton, un reconocido escritor compañero de la universidad de su padre, de que esa no era su verdadera vocación y en contra de las creencias religiosas de su propia madre, se fue alejando de los conceptos ortodoxos inculcados en su infancia hasta que abandonó el oficio religioso.
Tras ahorrar la nada despreciable cantidad de 200 dólares, se inscribió en la Escuela de Negocios de Swenburg. La experiencia no estuvo a la altura de sus expectativas, pero al terminar consiguió un puesto de contable. Aceptar este trabajo le dio la oportunidad de entrar en Bissell Carpet Sweeper Company, una compañía fabricante de escobas, con un salario mayor.
Pronto se ofrecería a reescribir y mejorar los folletos promocionales de la empresa. Su planteamiento creativo de las ventas mediante la promoción de los productos a través de las tiendas, hizo que Bissell incrementara sus ingresos de forma espectacular. 
De Bissell pasó a Swift & Company, una empresa cárnica de Chicago, como director de publicidad. Allí aumentó su éxito incrementando las ventas mediante muestras y atractivas demostraciones dirigidas a los millares de personas que compraban sus productos. Pero los directivos de la empresa limitaban su iniciativa y no entendían su modo innovador de enfocar las ventas. "El vendedor promedio busca utilidad para sí mismo. Su negocio consiste en convencer para adquirir sus productos y no los de la competencia". Hopkins consideraba esa visión como una solicitud egoísta hacia gente egoísta, mientras que toda la base de sus técnicas de venta se basaba en ayudar al intermediario a aumentar sus ventas; la ventaja para sí mismo estaba encubierta por sus esfuerzos en complacer a terceros.
Para Hopkins, la publicidad tenía que vender y sus ideas no se limitaban al anuncio sino a la distribución, los estudios de mercado o la creación de recursos de apoyo. La supremacía del texto sobre las ilustraciones en sus composiciones era absoluta. En los textos publicitarios nunca pedía que compraran un producto, sino que ofrecía un servicio, una ventaja que el comprador no pudiera rechazar, y ofreciendo una muestra de producto de forma altruista, impulsaba una reacción en la gente que en el fondo buscaba ayudarse a sí misma. 
Pese a su éxito y ganancias en la empresa, decidió cambiar de empleo, y pasó a trabajar para una agencia de publicidad: J. L. Stack. Allí elaboró exitosas campañas para Dr. Shoop's Restorative, Montgomery Ward y Schlitz, entre otros clientes.
Fueran grandes o pequeñas campañas, Hopkins consideraba a la gente como partes de una masa, y como tal no concebía engañar a las personas que tan cuidadosamente gastaba su dinero. De alguna manera intentaba divulgar sus mensajes publicitarios con la esperanza de que en alguna parte calaran, pero para eso debía llegar directamente a los individuos, tratarlos a través de la publicidad como se trataban en persona, centrarse en sus deseos.
Una de las campañas que más ilustra esta filosofía, es la realizada para la cerveza Schlitz. En una ocasión, visitando la fábrica para preparar una nueva campaña, Hopkins se percató en la metodología empleada para limpiar los tubos y bombas que filtraban la cerveza, de cómo se limpiaban hasta cuatro veces cada botella o que la levadura que empleaban se había conseguido tras más de 1.200 experimentos para llegar a la fórmula actual de sabor. Asombrado, se preguntó por qué no se decía todo eso a la gente. La respuesta del gerente fue porque todas las compañías seguían ese mismo método y por eso no le daban importancia. Hopkins le convenció para contarlo en sus campañas, dándole a la pureza un nuevo significado. De esa forma pasó de ser la quinta compañía cervecera del país a ocupar el primer puesto. Sólo contando hechos comunes que nadie se le había ocurrido decir hasta ahora. Dotó a la cerveza Schiltz de un prestigio exclusivo y duradero en la mente de los consumidores y consiguió situar a la marca de la 5º a la 1º en el ranking de cervezas puras. Este anuncio es un ejemplo de la publicidad basada en la concepción de persona como un ser racional.
Hombre infatigable y emprendedor, sus ideas le llevaron a tomar una de las decisiones más difíciles de su vida laboral. Abandonó su trabajo en J. L. Stack para dedicarse en exclusiva a las campañas de Liquozone. Se trataba de una compañía que producía un germicida, que se encontraba en la banca rota pero con mucho potencial. 
Tras un largo y difícil año, las ganancias en utilidad se cifraron en 1.800.000 dólares. Al año siguiente se había expandido por toda Europa y dos años después, se anunciaba en todo el mundo en 17 idiomas. El éxito de Hopkins fue la audacia de abandonar la seguridad por la incertidumbre y creer en sí mismo.
Su creciente éxito le hizo recibir una atractiva oferta de Lord & Thomas y un sueldo anual de 185.000 dólares. Tras plantearse la decisión, se trasladó a New York para trabajar en la agencia en 1907. Allí sustituyó a John E. Kennedy, en el área creativa de la compañía. Pronto se involucraría de lleno en el trabajo de la agencia, y de la mano ejecutiva de Albert Davis Lasker, convirtió Lord & Thomas en la agencia más importante de Estados Unidos.
Entre las campañas desarrolladas por el tándem Lasker y Hopkins de sus primeros años en la agencia, destacan las realizadas para la compañía The California Fruit Growers Exchange, que posteriormente se convertiría en Sunkist Growers Inc. Y las campañas para los productos enlatados de Van Camp, Palmolive, Goodyear, Quaker Oats, Pepsodent o Sunkist, entre otras cuentas.
La campaña del dentífrico Pepsodent ejemplifica la metodología de Hopkins; una de las razones de ese éxito se basó en la lectura y estudio por parte del creador, de muchos libros que hablaban de la teoría de la fórmula de Pepsodent. Leyendo encontró el dato clave que utilizó en la campaña: una sustancia que se deposita sobre los dientes y que crea una "película" oscurecedora del esmalte. Con esta idea, Hopkins comenzó a anunciar Pepsodent como un dentífrico que producía belleza al combatir esta película. Con la campaña, Hopkins demostró un conocimiento enorme de la psicología de las personas de la época: creyó que nadie se sentiría atraído por un anuncio que resaltase los aspectos negativos que se podían evitar con el uso del producto, por lo que decidió crear un anuncio que expresase alegría y belleza, porque la gente prefería que le hablasen de cosas positivas. De este modo, las ilustraciones de Pepsodent representaban siempre personas de expresión alegre y con una sonrisa sana y limpia. Hopkins descubrió que el argumento de la belleza atraía más y que mediante la técnica de los cupones que utilizó para la campaña podía saber qué anuncios, semanalmente, habían tenido más éxito y también podía corregir los propios errores. Recurrió también a las muestras gratuitas de Pepsodent, técnica que no funcionó pues hacía ver a los fabricantes del producto como simples vendedores, cuando el consumidor realmente esperaba hombres de ciencia al servicio de la sociedad en los productos de higiene.
En Lord & Thomas organizaron un "consejo consultivo" presidido por el propio Hopkins. Su objetivo era informar personalmente o por carta a cualquier persona con un problema de publicidad, y recibir a cambio y sin obligación el consejo de la persona más cualificada de la agencia. Fueron cientos los casos que estudiaron y en la gran mayoría instaban que no siguieran adelante con el proyecto. El objetivo de esas reuniones era fomentar la buena publicidad, prevenir en contra de errores y tratar de descubrir entre las cientos de propuestas algunas oportunidades. Una de las propuestas que recibieron era acerca de un jabón galvánico para lavar la ropa. La propuesta no fue considerada sólida y les aconsejaron no seguir adelante con la campaña. Pero junto a esa propuesta también incluían la de otro jabón de tocador llamado Palmolive, que estaba elaborado con aceites de palma y oliva. Su distribución era insignificante y no habían considerado invertir en publicidad.
El consejo consultivo reconoció la fuerza que tenía el atractivo de la belleza y el potencial publicitario que tenía el producto. Se acordó hacer una pequeña inversión y se creó una campaña basada en unos anuncios donde contaban la historia del jabón Palmolive y su relación con la belleza. Junto al anuncio se incluía un escrito en el que se comprometían a comprar una pastilla de jabón para la mujer que lo solicitara, lo que multiplicó los lectores de los anuncios. Aumentando la expectación al ofrecer "comprar algo para la mujer". Cuando se incrementó la expectación sobre el producto, se publicó un anuncio que incluía un cupón canjeable en cualquier tienda por una pastilla de jabón. (pastilla que el propio anunciante abonaría a los distribuidores), lo que dotaba al producto de mayor calidad y prestigio que una simple muestra gratis. Como respuesta a la promoción, muchas mujeres adquirieron una segunda pastilla cubriendo así la inversión publicitaria. 
De las pruebas locales pasaron a la distribución nacional. En apenas unos días miles de mujeres ya usaban el jabón Palmolive en busca de las virtudes descritas en la campaña. Palmolive se convirtió en el jabón de tocador líder en todo el mundo con una inversión inicial que no había superado los 700 dólares.
Muchas de las mejores cuentas de la agencia compartían el mismo origen modesto que luego se desarrollaban. Paralelamente a su trabajo, Hopkins se esmeró en enseñar a otros redactores de la agencia y escribió numerosos libros para dejar sentados los principios de la agencia sin recibir remuneración alguna. Debido a esos servicios, Lasker lo nombró presidente de Lord & Thomas, y más tarde Presidente del Consejo de Administración. Pero sus interminables jornadas de trabajo hicieron mella en su salud. Agotado, y añorando una paz y una felicidad que no encontraba en el ámbito laboral, abandonó la agencia y volvió a su ciudad natal. Allí dedicó su tiempo a escribir, pasear y charlar con los amigos. Desde Spring Lake, publicó en 1923 Scientific Advertising, unos de los libros más influyentes en la historia de la publicidad. Años más tarde, en 1927, publicaría su segundo obra, My life in advertising. En ellos, especialmente en Scientific Advertising, trata aspectos como el conocimiento del producto, el arte y la publicidad, la información, la estrategia, el uso de muestras, la medida de la eficacia, el conocimiento del consumidor, las técnicas de venta... En él explica que la publicidad es una ciencia exacta, basada en principios fijos, inmutables e universales, extraídos de la experiencia.
Hopkins murió en 1932.


Harold Dwight Lasswell


Sociólogo Estadounidense nacido en la ciudad de Donnellson, Illinois en el año 1902.
Cursó sus estudios en la Universidad de Chicago en la década de 1920, donde fue influenciado por el pragmatismo allí enseñado, entre otros por John Dewey y George Herbert Mead. Sin embargo, fue mucho más influenciado por la filosofía freudiana, que influyó la mayor parte de su análisis de propaganda y comunicación en general.
Se inició en la docencia en la Universidad de Chicago, como profesor de ciencia política, antes de trasladarse a la Universidad de Yale y desarrollar otras actividades académicas como director de la Experimental Division for the Study of Wartime Comunication (División experimental para el estudio de la comunicación en tiempos de guerra), fue uno de los fundadores de la sociología política americana y trabajó en el Institute for Propaganda Análisis, encargándose de la edición una revista mensual, en la que se recogieron numerosos trabajos de análisis de contenido sobre textos propagandísticos aparecidos en el período de entreguerras mundiales. 
En 1946 Perteneció a la prestigiosa Comisión Hutchins, que estudió la libertad de prensa en Estados Unidos y desarrollo la doctrina sobre la responsabilidad social de la prensa. Profesor de la Fundación Ford, concluyó su vida académica como emérito del Bramford College.

Harold Lasswell investigó los efectos de la propaganda, subrayando la tendencia a sustituir en los gobiernos los expertos económicos por militares, y marcó el lugar del científico de la política en la sociedad como orientador de los gobiernos para combatir las crisis de la época. Estudioso de temas de comunicación y política, es autor de la fórmula  «¿Quién dice qué, a quién, por qué canal y con qué efecto?», que se ha convertido en un esquema rector de los análisis de contenido para la sociología de la comunicación.

Para expresar sus conceptos, Lasswell usó un lenguaje rigurosamente matemático. Entre sus obras destacan:
- Psicopatología y política (1930), 
- Política: quién obtiene qué, cuándo, cómo (1936), 
- Técnicas de propaganda en la Guerra Mundial (1938), 
- Análisis del comportamiento político: una aproximación empírica (1948) 
-  La comunicación política (1969), en colaboración con S. K. Arore.

Dwight Lasswell murió el 18 de diciembre de 1978. Gracias a su contribución en el mundo de la comunicación se le ha considerado uno de sus padres directos, tal y como uno de los grandes fundadores de la psicología política


Chester Bowles


Chester Bowles nació en Springfield, condado de Hampden, Massachussets, el 5 de Abril de 1901.
Estudió en la Choate Rosemary School, en Wallingford, Connecticut, donde se graduó en 1919. También asistió a la Escuela Científica Sheffield, en la Universidad de Yale. Allí se licenció en ciencias en 1924.
Fue nieto de Samuel Bowles (1851-1915), editor del periódico "Springfield Republican", en el que expresó su apoyo a las causas liberales. Debido a  que el periódico iba en contra de sus ideas, Bowles terminó buscándose otro trabajo. Y así fue como llegó a la agencia de publicidad de Nueva York, George Batton, en la cual trabajó durante un año. Allí pudo poner en práctica su creatividad, que dejó en más de una ocasión a Batton con la boca abierta. Bowles poseía, además, una gran capacidad de interacción con los medios de comunicación.
A partir de ahí, logró entrar de lleno en el mundo de la publicidad. Fundó su propia agencia de publicidad en Nueva York en 1929, junto a William Benton. La agencia fue bautizada con el nombre de Benton & Bowles. La apertura de la agencia coincidió con la Gran Depresión del 1929, pero a pesar de ello, el negocio prosperó y fue todo un éxito.
En 1935, Benton & Bowles, se convirtió en la sexta empresa de publicidad más grande del mundo y, un año después, Bowles se nombrado presidente de la agencia.
Bowles sentía la necesidad de ayudar a la gente, por lo que utilizó su enorme influencia para convencer a corporaciones como Procter & Gamble y Maxwell House para que recortaran los precios al mismo tiempo que crecía la calidad del producto.
Benton & Bowles logró crecer y expandirse. Los ingresos fueron muy altos, pero aún así, Bowles no se sentía satisfecho. Su poder económico no le quitaba la idea con la que había convivido tanto tiempo: quería ayudar a los más desfavorecidos.

Así fue como decidió que entrar a formar parte de la Marina de Guerra de los Estados Unidos, sería la mejor opción para lograr ese objetivo, pero fue rechazado debido a un problema que sufría en el oído. Después de este hecho y durante la Segunda Guerra Mundial, el presidente Roosevelt le ofrece el puesto de administrador de la Oficina de Administración de Precios, en Connecticut, puesto que Bowles acepta encantado. Más tarde se convierte en director de dicha oficina.
Tras la guerra, en 1946, fue  nombrado, por el presidente Harry Truman, director de la Oficina de Estabilización Económica, dónde se encargaba de controlar la economía de la nación. Ese mismo año publica su primer libro "Mañana sin miedo".
Fue uno de los delegados americanos de la UNESCO en la conferencia de París y trabajó como asistente especial de las Naciones Unidas para la Infancia en Europa.
Su trabajo en la ONU le hizo ver lo necesario que era para el país la difusión de la prosperidad y la democracia en todo el mundo. Bowles vivió preocupado por las condiciones en las que vivían algunas personas. 
Durante su estancia en la India estuvo intentando mejorar las condiciones de vida de la gente que habitaba allí. Bowles quería trabajar para mejorar la calidad de vida de muchas personas que vivían en condiciones muy poco deseables. Por ello terminó de abandonar por completo su faceta como publicitario para poder optar al puesto de gobernador de Connecticut.
Su carrera publicitaria se da por terminado en 1948, cuando es elegido gobernador de Connecticut. Durante su mandato, trabajó mucho en la mejora de la educación, la vivienda y los derechos civiles. Su forma de pensar era totalmente liberal, lo que quizás hizo que perdiera su reelección en 1950.
Al final de su mandato Truman lo nombró como embajador de la India y Nepal (1951-1953). En julio de 1963 Bowles se hizo de nuevo embajador en la India, cargo que mantendría hasta el 1969. Quería reforzar las relaciones entre Estados Unidos e India. Éste pensaba que ambos países compartían valores democráticos fundamentales para la prosperidad de un país. Mantuvo una relación excepcional con el primer ministro de la India, Jawaharlal Nehru. Bowles se negaba a separarse de la gente a la que iba a ayudar y se esforzó por vivir entre ellos. Incluso quiso que sus hijos continuaran sus estudios en una escuela pública de la India, dónde se matricularon. Allí permaneció hasta el día de su jubilación, en 1969.
Tras jubilarse, se dedicó a escribir sus memorias, hasta que falleció el 25 de mayo de  1986 , a la edad de 85 años, a causa de un accidente cerebrovascular. Murió en Essex, Connecticut, dónde fue enterrado.
Entre sus publicaciones destacan: Las nuevas dimensiones de la paz (1955), El reto de África a América (1956), La conciencia de un liberal (1962) y Promesas que cumplir: Mis años en la vida pública (1971).


Marshall McLuhan


Herbert Marshall McLuhan, filósofo, profesor y teórico canadiense que influyó en la cultura contemporánea por sus estudios sobre la naturaleza y efectos de los medios de comunicación en los procesos sociales, el arte y la literatura.
Nació el  21 de julio de 1911, en Edmonton, Alberta, Canadá.
Ingresó en la Universidad de Manitoba y obtuvo un licenciatura en letras en 1933 y una maestría en 1934. Llegó a escribir en su diario que "nunca sería un académico". Su objetivo era estudiar en Inglaterra. No pudo obtener una beca para Oxford e ingresó en el Trinity College de la Universidad de Cambridge. Allí se familiarizó con el New Criticism, una escuela de análisis de la literatura inglesa que estudia el texto literario como género intemporal, su forma, estilo y técnica, descontextualizado de aspectos históricos y sociales, incluso personales del autor, y que tuvo una gran influencia en su formación intelectual.
Tras graduarse regresó a Estados Unidos, como profesor ayudante en la Universidad de Wisconsin-Madison. Durante sus tiempos en Madison se percató de que siendo apenas de cinco a ocho años más viejo que sus alumnos parecía que les separaba casi una generación porque no entendía su lenguaje. Esto le impulsó a investigar volviendo a las viejas lecciones sobre entrenamiento de la percepción que aprendió en Cambridge de su profesor I.A. Richards.
Su fascinación por la obra de Joyce le hizo profundizar en las raíces del simbolismo y de las parodias estilísticas del escritor isabelino Thomas Nashe, autor de The Unfortunate Traveller, la primera novela picaresca inglesa en el Siglo XVI y de una sátira misógina titulada Anatomía de lo absurdo. Fruto de esos estudios fue su tesis doctoral en Cambridge: La ubicación de Thomas Nashe en la erudición de su época, que publicó McGraw-Hill.
Prosiguió sus estudios en educación medieval y literatura renacentista, obteniendo el Master of Arts en Cambridge en 1940 y el doctorado en 1942, con su tesis sobre Nashe.
Durante la década de los cuarenta comenzó a publicar artículos de crítica literaria en revistas de élite. A mitad de la década comienza a interesarse por los temas de la cultura popular. "Me enfrenté a jóvenes americanos a quienes era incapaz de entender. Sentí una acuciante necesidad de estudiar su cultura popular para comprenderles". De ahí salió su ensayo "La psicopatología del Time y Life", que fue la semilla de La novia mecánica que se publicó en 1951. Era su primer libro. No sólo pasó inadvertido sino que apenas se vendieron unos cientos de ejemplares. Pero una vez se reveló su obra posterior fue recuperado y analizado con gran atención. Incluso algunos lo consideran todavía su mejor libro y es objeto de tráfico coleccionista.
En el año 1951 conoció a Harold A. Innis, diecisiete años mayor que él, profesor de Economía Política en la Universidad de Toronto, autor de Empire and Communications y The Bias of Communications, cuyas tesis sobre el determinismo tecnológico le influyeron notablemente. 
De 1953 a 1955 presidió el Seminario de Cultura y Comunicación de la Fundación Ford que fue su primera aproximación al mundo de las grandes corporaciones.
En 1959-1960 fue director del Plan de Medios de Comunicación de la Oficina de Educación de Estados Unidos y de la Asociación Nacional de Medios Educativos.
Para  1962 publicó el libro que le consagró: La galaxia Gutenberg, la imprenta, galardonada con el Canadian Governor General's Award, un equivalente canadiense al Pulitzer.
Fue nombrado director del Centro de Cultura y Tecnología de la Universidad de Toronto en 1963, creado por la Universidad para mantenerle ligado a la misma y contrarrestar las numerosas ofertas que estaba recibiendo de universidades estadounidenses. En el Centro se dedicó al estudio de fenómenos comunicacionales y percepción extrasensorial.
Understanding Media - the Extensions of Man, su tercer gran libro, publicado en 1964, le abrió de par en par las puertas de los Estados Unidos y de nuevas audiencias menos académicas y más cerca del mundo de los negocios y de la vida real. Se tradujo a más de veinte idiomas y se hicieron decenas de ediciones, la última, una edición multimedia póstuma en 1996. Marcando con esta publicación un antes y un después en la comunicación.
A partir de ese éxito fue aclamado por las grandes multinacionales estadounidenses a las que impartió seminarios y conferencias. En 1967, la NBC produjo el programa "This is Marshall McLuhan" en su serie "Experiment in TV". Hasta nueve Universidades norteamericanas le nombraron Doctor honoris causa, y ganó la cátedra Schweitzer en la Universidad de Fordham.
Al comienzo de la siguiente década se acelera su producción teórica, publica nuevos libros, y se convierte en un personaje mítico, un nuevo Mesías de las corporaciones que dicta parábolas tecnológicas, intérprete de su propio y hermético sistema, consultado por los hombres de negocios y aclamado en los congresos de comunicación. Incluso el Vaticano le nombra en 1973 consultor de comunicaciones sociales.
En 1975 acudió como estrella invitada en las Primeras Jornadas de Radio de Barcelona, comenzando así un año sabático en el que se dedicó a viajar y que culminó con su intervención haciendo de sí mismo en la película de Woody Allen, “Annie Hall”. 
Al regresar a Toronto sufrió un ataque de apoplejía. Su salud era delicada desde la década anterior, en la que se le extirpó un tumor cerebral. En 1979 sufrió un infarto que le afectó al habla y del que no se recuperó. Murió, mientras dormía, en su casa de Toronto, el 31 de diciembre de 1980. Tenía sesenta y nueve años.
Lo cierto es que su obra y sus ideas cobran, cada día que pasa, mayor fuerza y vigencia en la ciencia de la comunicación y los comportamientos sociales dentro del entramado de los mass-media, al margen del ingenio y las paradojas que satisfacen, por otra parte, la imaginación artística y literaria moderna.



James Walter Thompson


Pionero en muchas prácticas y procedimientos publicitarios, los cuales han permitido considerarle por muchos como el padre y creador de la agencia publicitaria moderna.

Nace el 28 de octubre de 1847, en Pittsfield, Massachussets.
Inicialmente fue contratado como contable, por William James Carlton, quien, en 1864, creó dicha agencia, mientras Walter Thompson estaba sirviendo en la Marina, especializándose en la venta de espacios publicitarios en revistas religiosas. Finalmente, descubrió la rentabilidad que los pedidos y ventas ofrecían, pasando a convertirse en un vendedor muy rentable para la pequeña compañía.
En 1877, Thompson compró Carlton & Smith por 500 dólares y la rebautizó con el nombre de J. Walter Thompson Company. De hecho, Thompson pagó 800 dólares en la misma operación por el mobiliario de C&S.
Comenzó su andadura en el negocio publicitario dirigiéndose a grandes periódicos y, en calidad de agente de posibles anunciantes, se ofreció a comprar páginas de las revistas cada semana.  La mayoría de revistas rechazaron sus propuestos debido a que, en aquellos momentos, la inserción de anuncios publicitarios estaba mal vista. Tras ser rechazado por los medios, adquirió grandes participaciones en importantes publicaciones, lo que le permitió estar en condiciones de forzar a estos medios a aceptar publicidad.
A partir de entonces, la principal fuente de ingresos de las más importantes revistas norteamericanas provenía de dicha publicidad y la inserción de anuncios se convirtió en una práctica ampliamente aceptada.  Tuvo tanto éxito a la hora de convencer a las revistas nacionales de que le vendieran sus espacios, que llegó un momento en que la compañía J. Walter Thompson controlaba más de 30 revistas, incluyendo, prácticamente, a todas las revistas disponibles en los Estados Unidos. Walter Thompson se centró, principalmente, en la adquisición a largo plazo de las contraportadas. Más tarde, publicaría una lista con los espacios que controlaba para que los anunciantes pudieran escoger cuáles comprar. Esto revolucionó el rol de la agencia en la publicidad, ya que representarían previamente los intereses de los usuarios de los espacios.
En 1885, expandió las operaciones de su compañía, creando la figura del "Ejecutivo de Cuentas" para ofrecer una amplia gama de servicios de apoyo para sus clientes. También fue el primero en utilizar los llamados "House Ads", con los que la propia agencia se promocionaba.
El desarrollo de los eslóganes, las marcas y diseños de empaquetado, dio lugar a más innovaciones, las cuales tuvieron una influencia perdurable en el desarrollo de la industria de la publicidad.
Entendiendo que podía vender más espacio si la empresa ofrecía el servicio de desarrollo de contenidos para los anunciantes, contrató escritores y artistas para formar el primer Departamento Creativo de una agencia de publicidad. Un ejemplo de ello son los pioneros "anuncios testimoniales" que la agencia usó al principio para vender productos de belleza Pond´s. También fue uno de los primeros publicistas en poner un fuerte énfasis en el uso de datos demográficos y económicos para el desarrollo de campañas publicitarias.
En 1915 la J. Walter Thompson Company estableció uno de los primeros departamentos de investigación de marketing. Destacados investigadores del comportamiento fueron reclutados y sus hallazgos fueron usados para crear exitosos mensajes y estrategias de campaña. El establecimiento de los paneles de consumo fue un componente fundamental de esta estrategia. La aplicación de Walter Thompson de un enfoque científico en la publicidad y el marketing fue, quizás, uno de sus más importantes contribuciones para el desarrollo de la industria publicitaria.
J. Walter Thompson Company fue la primera agencia que compitió a nivel internacional, estableciendo sucursales extranjeras en Gran Bretaña y Canadá, además de establecer sólidas relaciones con empresas de comunicación de medios impresos de todo el mundo.
El sucesor de Walter Thompson fue, a partir de 1916, Stanley Resor, que se había incorporado a la compañía en 1908. Junto a su mujer, Helen Lansdowne (a la que había contratado como redactora), construyeron la más grande y dominante agencia de la industria publicitaria. Resor mantuvo el cargo de presidente de la agencia hasta 1955, cuando se retiró.

Además de ser responsable de algunas imperdurables imágenes de marca de la cultura popular, como el Peñón de Gibraltar usado para la Prudential Insurance Company, la compañía que James Walter Thompson creó en 1877 es responsable de:

-Fundar la primera agencia con servicio publicitario completo.
-Ser pionero en el desarrollo profesional de las mujeres en la industria publicitaria.
-Producir el primer programa de televisión sponsorizado.
-Desarrollar el Plan de cuentas.
-Crear la primera red de trabajo internacional.
-Establecer las figuras de Redactor y Director Artístico.
-Inventar nuevos soportes publicitarios, como los artículos de regalo (tinteros, cajas de clips, etc.)
-Introducir métodos promocionales como los llamados "anuncios de casa".

J. Walter Thompson, muere el 16 de octubre de 1928

Harrison King McCann


Publicista nacido en Saccarappa (Estados Unidos) el 4 de noviembre de 1880. Graduado de Bowdoin Collage en Brunswick, Maine en 1902, donde había trabajado para el periódico escolar y fue también dirigente del club de mandolina.
Comienza su carrera trabajando para un conocido propietario en un hotel de Nueva York. Más adelante, se convierte en el gerente de publicidad de New York Telephone Company. El trabajo de McCann para esta compañía atrajo la atención de la Standard Oil Company, quien lo contrató para dirigir su departamento interno de publicidad. Cuando el gobierno de EE.UU. ordenó la disolución de la Standard Oil Company por razones de monopolio, McCann formó su propia agencia con 5.000 dólares que le habían prestado para asegurar la continuidad del anuncio. 
La HK McCann Company abrió sus puertas en Broadway, Nueva York en 1912, con la Standard Oil como su primera cuenta. Una red de oficinas en toda América del Norte siguieron rápidamente. Y en 1928, McCann abrió sus oficinas en Europa por primera vez en Berlín, Londres y París.
Entre sus contribuciones a la comunidad, se puede incluir su servicio como administrador del Hospital Lenox Hill además de ser miembro de la Pierpont Morgan Library y llevar la supervisión de Bowdoin College desde 1923.
Como consecuencia de la Gran Depresión de 1929, Harrison King McCann se fusiona con la empresa de Albert Erickson, una pequeña agencia de 17 años de antigüedad, que había sido fundada diez años antes de que Harrison King McCann formara la suya. Erickson no había tenido tanto éxito realizando publicidad, pero consiguió una gran fortuna invirtiendo en la compañía que inventó el Technicolor. Esta fusión entre Harrison King McCann y Albert Erickson da lugar a la agencia McCann Erickson.
En 1934, tras la fusión y al cabo de cuatro años, Alfred Erickson fallece. Harrison King McCann se convierte en el presidente de McCann Erickson. Por estas fechas, la empresa ya tiene facturados más de 50 millones de dólares.
Una peculiaridad de Harrison era que a diferencia de muchas personas que consideran el número 13 de mala suerte, para él se convirtió en su numero predilecto pues este se vio involucrado en diferentes sucesos importantes; por ejemplo: Había comenzado su trabajo con la Compañía Telefónica de Nueva York el 13 de octubre de 1910. Él tomó la decisión de formar su propia agencia el 13 de noviembre de 1911. El  lema famoso y utilizado todavía en la agencia ‘Truth Well Told’" tiene 13 letras. Y cada vez que su agencia creciente se trasladaba a los nuevos edificios, McCann insistía en en tener la oficina de planta en el piso 13.Cuando McCann-Erickson se trasladó a la recién construida Plaza 50 Rockefeller en 1939 exigió un piso 13, y puso su cargo en él. Sigue siendo el único edificio en el Centro Rockefeller con un piso número 13
La agencia McCann Erickson consiguió acercarse a los consumidores con eslóganes exitosos como "Things go better with Coca-Cola"(Las cosas van mejor con Coca-Cola), con el que hace que la marca obtenga una aceptación mundial; tanto la letra como la música de la campaña, que es traducida a casi todos los idiomas, es obra de Bill Baker, director creativo de la agencia. O el eslogan "Ponga un tigre en su motor", para resaltar el octanaje del carburante Esso.
En 1962 McCann muere, sin embargo su legado a sido permanente y en 1997, la agencia McCann Erickson se expande convirtiéndose en McCann-Erickson WorldGroup, con oficinas en 130 países. Consigue ser el líder en publicidad multinacional y administra más cuentas globales que cualquier otra agencia del planeta. Hoy, McCann Erickson es una de las redes de agencias más importantes del mundo y su lista de clientes incluye referentes como Chrysler, Exxon Mobil, General Motors, Johnson & Johnson, MasterCard, Microsoft o Sony.

lunes, 19 de agosto de 2013



William Bernbach


William Bernbach Publicista estadounidense, Nacido en Nueva York, el 13 de agosto de 1911, egresado de la carrera de Literatura Inglesa  de la Universidad de Nueva York en 1933.
Su primer trabajo fue redactar los discursos de Grover Whalen (prominente político, empresario y gurú en relaciones públicas en Nueva York durante los años 1930 y 1940). Más tarde se empleó en el departamento de publicidad de una compañía de bebidas.
Después de la Segunda Guerra Mundial comenzó a trabajar como creativo de la Grey Advertising Agency, compañía de la que llegó a ser vicepresidente, y se revela contra las reglas y los métodos seguidos en las prácticas persuasivas entendiendo que la persuasión más que una ciencia es un arte.
En 1949, con Ned Doyle  a quien había conocido en Grey, y Mac Dane que ya estaba en marcha  en una agencia pequeña, Bernbach fundó su agencia de publicidad del mismo nombre en Manhattan.
En 1949 funda la Doyle, Dane & Bernbach (DDB) Advertising Agency, donde pone en práctica los mejores valores de su creatividad publicitaria, las cuales se pudieron reflejar en las campañas del ‘escarabajo’ de Volkswagen en Estados Unidos y Europa.
 El trabajo de Bernbach cambió los usos publicitarios hasta el punto de ser generalmente considerado como el personaje más influyen del mundo publicitario del siglo XX y número uno mundial del sector, según la clasificación de la revista Advertising Age.
Convirtió la publicidad en gran arte, basado en la convicción de que el consumidor merece todo el respeto. Este respeto provoca reacciones favorables a la publicidad inteligente e imaginativa.
Su muerte llevó a una decadencia de la agencia y en 1986 DDB se fusionó con Needham Harper Worldwide, de Keith Reinhard, para convertirse en parte del nuevo Omnicom Group, que incluía también a BBDO Worldwide de Allen Rosenshine. Sin embargo, gracias a que el espíritu de Bernbach subsiste, la vida de DDB proporciona fuertes bases para el progreso continuo de la publicidad del siglo XXI.
Bill Bernbach no escribió ningún libro sobre cómo hacer un buen anuncio, influir en el consumidor o mejorar la imagen de un producto y sus ventas. Sabía que los anuncios no tienen reglas ni las agencias, manuales, que el talento se desarrolla en libertad, que el público espera que se le digas algo nuevo, que hay que ser creativo y que la imitación es un suicidio. Sin Embargo dejó sus ideas para potenciar el talento creativo, lo que él llamaba "mis principios". que son:
1.   Ve a la esencia del producto


2.   Convierte tu producto en el protagonista de la escena (siempre que puedas!)


3.   El arte y el texto han de estar integrados


4.   La publicidad debe tener vitalidad


5.   Es inútil usar un truco


6.   Dí la verdad


7.   Sé relevante


8.   Sé simple


9.   Las ideas seguras pueden matarte


10. Destaca

William Bernbach ejerció ciertamente un impacto tan grande en la cultura americana como el de los honorables escritores y artistas que pasaron por esta revista durante los últimos 133 años: inventó  un nuevo estilo de publicidad, un estilo que hoy predomina, pero que en su momento fue revolucionario escribió la Harper's Magazine en 1982, con ocasión de su muerte por leucemia el 2 de Octubre del mismo año en la Ciudad de Nueva York.

Algunas de las frases que inmortalizó este creativo fueron:

- Todos los que utilizamos los medios de comunicación masiva, damos forma a la sociedad. Podemos hacer vulgar a esa sociedad, embrutecerla o ayudarla a elevarse a un nivel superior.
- Estamos tan ocupados midiendo la opinión pública que nos olvidamos de que la podemos moldear. Estamos tan ocupados escuchando las estadísticas que olvidamos que las podemos crear.
- No se le puede pedir a la investigación que haga aquello para lo cual no fue creada: crear una buena idea.